Un nombre curioso y resultón para un recién abierto local y seguro must en el panorama gastronómico madrileño. Oribu es la transcripción literal de la pronunciación de la palabra «olive» en japonés (y luego nos critican a los españoles nuestro inglés …) Llamar «aceituna» a un restaurante de base y capital oriental puede parecer cómico pero en este caso tiene sentido. Y mucho.
Hoy os vamos a presentar a Iván y a Mark. Llevan toda la vida en España pero sus raíces están en China, y no pretenden perderlas. El Grupo Tao de restauración asiática lleva el sello de sus familias y ahora es el turno de ellos, de dos jóvenes emprendedores, con mucho mundo a sus espaldas y con un original proyecto entre manos.
Oribu juega entre la cocina española y oriental, pero no de la manera fácil a la que podemos estar más o menos acostumbrados. A Óscar Horcajo, su chef, se le nota lo aprendido con Chicote en el antiguo NODO porque lo refleja en una carta que presenta tapeo y platos castizos, absolutamente tradicionales, y los reviste y disfraza con técnicas e ingredientes del otro lado del mundo sin que por ello pierdan su esencia de aquí.
Los nombres (y su gusto y textura al probarlos) lo ejemplifican todo. Sashimi de excelente atún rojo con mojo picón y un toque de olivas negras, intenso el futo-maki de langostinos en tempura con mayonesa de curry y lima, tempura también para el pez mantequilla con bonito seco, impresionante el tataki de ternera con salsa de miso, trufa y miel de flores y rompedoras las gyozas de cocido madrileño, una de las mejores y más sabrosas recetas que hemos tomado últimamente. Como homenaje a su maestro, Óscar incorpora su tortilla de patatas fritas en tempura a modo de entrante y anuncio de la magnífica mezcla de influencias que encontraremos a lo largo de los menús de sala o en el picoteo entre horas en barra, en compañía de un buen cóctel.
Álvaro Oliver Bultó firma el interiorismo de un amplísimo espacio frente a la Plaza del Rey, una suerte de taberna moderna, antiguo café y salón de casa. Hasta tres salas en las que se saltean mesas altas de mármol, rústicos rincones íntimos, vajillas y bodega vista en modernas vidrieras e incluso elementos de caza que juegan a ese vaivén entre lo de siempre y lo actual, lo más nuestro y lo más suyo. Oribu es fusión donde las haya, alta cocina a precio asequible, sabores, colores y aromas que anticipan, si todo sigue su curso, el éxito de tres promesas de la restauración y la cocina.
Barquillo, 10. Tlfn, 915 24 03 17