Sábado, sabadete… El día perfecto para, entre otras cosas que riman, darse un homenaje gastronómico seguido de una buena copa (o varias), como siempre, a buen precio.
Hoy os traigo una novedad recién estrenada en el barrio de Chamberí, un local del que ya soy fan número uno. No es para menos. La Parcelita aúna estilo, diseño, buen rollo y una cocina de escándalo sin necesidad de incendiar la VISA.
Cinco amigos (Gonzalo Miró, Óscar Fernández, Daniel, Miguel y Joaquín) y una larga sobremesa. Así empezó todo. Me lo cuenta Óscar: «Llevábamos tiempo dándole vueltas, queríamos un restaurante al estilo Lateral, barato y con buena calidad, pero con una carta más amplia, un servicio más cuidado y una clientela más variada». Han dado en el clavo. No solo de pinchos vive el hombre y La Parcelita es mucho más que eso… Raciones, platos y hasta un delicioso y económico menú del día, además de una zona de bar para alargar la noche, completan la oferta.
«Seguimos variando la carta hasta encontrar la definitiva, pero la idea es la de una oferta clásica. Hicimos una propuesta a la que después nuestro cocinero, Jean Luc, dio una vuelta para darle un punto de originalidad», comenta Óscar. Jean Luc se ha implicado hasta el final y lo ha conseguido. En La Parcelita podéis disfrutar de una cocina tradicional revisada, con platos que van desde unas increíbles croquetas de lomo asado con miel hasta unos fiocchi de pera al pesto rojo, pasando por los clásicos huevos rotos con jamón, el carpaccio de pulpo y, uno de mis favoritos, el risotto de Idiazabal y boletus.
A mediodía, el menú combina platos de la carta con otros que se idean a diario. Una buena opción, muy veraniega, es una de las últimas que tomé: Salmorejo con fresas y parmesano y una estupenda merluza. El precio, a la carta, está entre los 15-20 euros por persona. El menú, apenas 11 euros. Un lujo a precio de calle, más aun si tenemos en cuenta que el servicio se aleja (y mucho) de los clásicos camereros de batalla y la presentación de los platos es de 10.
El entorno del local también acompaña, con una decoración 100% pensada por los cinco amigos (seguro que también con algún aporte femenino). Impera el estilo industrial, con columnas vistas, ladrillo y conductos de alumninio en el techo, aunque con un toque de calidez con apliques en madera y una pincelda rústica (en alusión al nombre) con estanterías-LED decoradas con maceteros. El restaurante es muy amplio y eso permite diferenciar claramente cuatro ambientes: Una zona de picoteo con mesas altas y taburetes, perfecta para ir con amigos, una zona de comedor ideal para parejas o para tomar a mediodía el menú, un rincón que bien podría ser el salón de cualquier casa, para cafés y copas que se alargan hasta la cena, y una zona de barra, encargada de aguantarnos hasta las 2 AM.
El ambiente, joven y animado, es un aspecto más que hace que ir a La Parcelita sea el plan idóneo para este mismo sábado por la noche. Ya me contaréis, pero seguro que no os defrauda.
9 comentarios
Me habéis hablado todos tan bien de este sitio, que definitivamente lo quiero probar! Para cuándo una cenita con copa?!
Muy buen sitio con muy buen rollo… cuando queráis repetimos!!! Me gusta mucho la segunda foto…
ayer probe otra de tus recomendaciones…y me encanto! asiq esta no me la pierdo, tiene muy buena pinta!! bsitos
No sabes la lista que tengo ya con tus sitios prefes!!! jajaja. A este voy la semana que viene que me apetece mucho. Tiene terraza?¿?¿?¿?¿
Muaaaaaaa
gogoche.blogspot.com
Gracias a todos, es muy recomendable! Gogoché: terraza no tiene, pero sí un aire acondicionado estupendo 😉
Enhorabuena por tu blog!! Me encanta!
Estuve el sábado despues del partido de España en «La Parcelita». Muy pero que muy acogedor el sitio y buenísima la comida!!! Y tienes razón que no se suben a la parra con los precios (importante en estos tiempos)
??? La hamburguesa es digna del peor 24 h…muy muy mala y simple, pan de supermercado y un poco de queso ( tranchete) encima de la carne.
Eso si, el local muy bonito
Lo único bueno el risotto
La hamburguesa es uno de los platos más solicitados, está claro que para gustos, los colores…
Sin lugar a dudas un restaurante que no te dejará indiferente.
Cocina a la carta, con amplia variedad de platos. Desde los más típicos a otros con mucha más elaboración.
Un lugar que recomiendo visitar.