La cocina italiana, con un especial enfoque en la gastronomía sarda que parece ganar cada vez más adeptos, tiene un nuevo representante en Madrid. Se trata de Ignazio Deias, nostálgico de una tierra a la que homenajea bajo el nombre de su madre en Da Giuseppina.
Da Giuseppina es un pequeño local en la calle Trafalgar, antigua sede de Brucculino, en el que prima el trato directo con los poquísimos comensales que tienen cabida, a los que se agasaja con una carta más bien anecdótica porque lo que realmente cuenta es lo que Ignazio sugiere día a día y prepara a gusto del cliente.
La inspiración tradicional es la protagonista, aunque no encontraremos platos al uso. Así, un día probaremos un cocido de fassona piamontesa, otro unos tortelinis de Bazzano o unos raviolini plin (más pequeños) que llegan desde Neive. En la carta hay otras tentadoras opciones como las croquetas en dos versiones (de patata con pimentón o de arroz con gambas), las albóndigas de berenjena con queso o los espectaculares malloreddus con queso de oveja y trufa (contundentes pero riquísimos).
Lo mejor, no obstante, es dejarse aconsejar por el propio Ignazio y que sea él el que escoja ingredientes de aquí y allá para componer un plato a nuestro gusto. Decidir entre unos productos y otros no es fácil, pero ayuda el hecho de que las paredes del restaurante están repletas de lo mejor de Italia a modo de tienda gourmet con todo tipo de pastas, quesos y embutidos.
Desayunos con excelente capuccino o postres como el tiramisú, la panna cotta, la zuppa inglese de la mamma o una curiosa torta di fettuccine ponen un azucarado colofón que es aún más dulce al caer en la cuenta de que no habremos pagado más de 25-30 euros a la carta, 16 en caso de que escojamos un menú del día a base de tres primeros y tres segundos a elegir.
¿Necesitas más? No lo creo. Date un garbeo por Da Giuseppina. Seguro que vuelves.
Trafalgar, 17. Tlfn. 91 445 85 39
3 comentarios
Nos lo apuntamos. Tiene una pinta increíble. Apetece salir corriendo a comer allí…
No lo dudéis! Está todo espectacular!
Mmmmm… así dicho suena a imprescindible… me lo apunto!