Personalidad y carácter. Son dos elementos fundamentales que no se encuentran tan fácilmente en el sector de la restauración, aunque muchos locales lo intenten. El otro día descubrí uno de esos pocos afortunados que se lo han trabajado y lo han conseguido con creces.
Blanca 6 es un pequeño y discreto espacio en la calle Blanca de Navarra que nos recibe con un encantador estilo rústico de toques industriales. Blancos y acogedores tonos tierra se reflejan en maderas, ladrillos, macetas y ventanales que aportan luz a la estancia. Dos plantas a lo largo de las cuales se nota el gusto por el detalle con elementos de a pie, sin grandes pretensiones.
Al sentarnos, tras la posibilidad de tomar un refresco en barra, nos presentan una carta sencilla, casera, escrita a mano con una espectacular caligrafía, y en la que destacan los platos mediterráneos 100%: Pastas con salsas diferentes cada día, cremas frías en verano (muy destacable el gazpacho y el salmorejo), tartar de salmón con aguacate, creppes a las finas hierbas con jamón, brie y berenjena o la hamburguesa especial al curry forman parte de la deliciosa oferta de Blanca 6.
Igual de caseros son sus postres. Su tarta de queso con frambuesaya es famosa en la zona y merece la pena dejar un hueco para probarla. El atento servicio y el ambiente relajado y chic a rabiar son dos atractivos más de este restaurante que lleva un año abriéndose hueco en los límites del barrio de Chamberí.
Blanca 6 sorprende a pesar de su discreción. Un espacio distinto en el que respirar, tanto en compañía de amigos como en encuentros más íntimos, de la tranquilidad y el buen gusto de una de las zonas residenciales más elegantes de la capital.
La cuenta en este lugar puede no superar los 20 euros por persona, un precio que convierte a Blanca 6 en un bonito capricho al alcance de cualquiera.
2 comentarios
El sitio parece encantador, con un toque diferente en el mobiliario.
La calidad/precio es asequible para todos los bolsillos.
Un lugar a visitar sin lugar a dudas.
Estuve el otro día con mi pareja. El sitio precioso, la comida muy buena (la hamburguesa espectacular), los camareros encantadores, muy atentos y además tienen diferentes tipos de vino a cual más peculiar. Recomendable 100%